Análisis de la percepción de los/as trabajadores sobre la equidad de género en las Ilustres Municipalidades de los Espejo y San Bernardo 2017

(No autorizada su publicación a solicitud del autor, para solicitar PDF enviar correo a biblioteca@academia.cl). Nuestro punto de partida es un hecho actual. Cuanto más se desarrolla la sociedad moderna, mayor es la brecha entre hombres y mujeres, más es sometida la mujer a toda clase de situaciones humillantes que socavan su dignidad personal: la cosificación de la mujer en la publicidad y el espectáculo, el aumento alarmante del número de femicidios y de casos de abusos sexuales, su subordinación a una jornada doble de trabajo -es decir, en el hogar doméstico y en el trabajo asalariado-, en fin, toda una gama de violencia abierta o mistificada contra la mujer refuta, con su terrible realidad, la aparente igualdad entre los sexos y géneros que pareciera haber generado la entrada de las mujeres al mundo de la política y de las instituciones estatales. Esto nos indica que la igualdad política no es lo mismo que la igualdad social, que la mujer puede ser igual ante la Ley, que una mujer pude incluso llegar a ser la máxima dirigente de un Estado, por lo menos en la República de Chile, pero es al mismo tiempo, humillada y abusada impunemente en diversas esferas de la Sociedad Civil. En otras palabras, la igualdad de derecho convive con la desigualdad de hecho, lejos de oponerse una contra la otra son, en realidad, complementarias: la emancipación política de la mujer y su entrada en la esfera pública de la sociedad, así como su entrada dentro del circuito de la producción económica como una trabajadora asalariada, en modo alguno ha significado su emancipación social, humana, sino su sujeción a nuevas formas de dominación.