Los dispositivos de "seguridad ciudadana" en la democracia capitalista-neoliberal de Chile: control social y subversión política (1990-1994)

Esta investigación plantea que el nuevo sector gobernante proveniente de la oposición moderada, además de terminar por respetar el itinerario “transicional” impuesto por ella, de aceptar en conformidad el orden socio-económico capitalista-neoliberal implantado en dictadura y asegurar la protección judicial a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos, también debió en el nuevo contexto democrático de los 90, declarar necesariamente como terroristas, o peor, como delincuentes-terroristas, a lo que quedaba aún activo del movimiento opositor más radicalizado, que se desarrolló por fuera de la vía institucional y favorable a la lucha armada. Creemos que la designación de terroristas y/o delincuentes a las acciones de violencia política de los grupos armados de izquierda, que también formaban parte de lo multiforme del movimiento opositor a la dictadura en los 80, constituye una “necesidad política” para consolidarse como clase gobernante y la matriz de pensamiento del discurso concertacionista, que llegará a afirmar que durante los 90 ya no existían presos políticos en el país.