El juego dramático como herramienta para desarrollar habilidades para el trabajo cooperativo: Apoyo mutuo como herramienta para la vida

El juego dramático posibilita dentro de los grupos el trabajo cooperativo, ya que produce el conocimiento de grupo y el trabajo en equipo, y por ende, se crea: “la conciencia de que la potencialidad creadora del grupo es siempre muy superior a la del individuo, y el convencimiento de que el propio proyecto de desarrollo personal no se puede llevar a cabo si no contamos con el otro” (Motos & Navarro, 2003, p.5). Ambos van dirigidos a la mejora paulatina de los educandos, enfocados en el proceso y la personalización del proceso. No deben aprender todos de la misma manera pues su objetivo es que aprendan en, desde y con el grupo, donde se propicia la potenciación de valores tanto intra como interpersonales, “en una situación cooperativa, los individuos procuran obtener resultados que sean beneficiosos para ellos mismos y para todos los demás miembros del grupo” (Johnson, D.W.; Johnson, R.T. & Holubec, E.J., 1999, p.5) y el juego dramático al no tener espectadores hace que todo el grupo sea parte y cómplice de lo que está sucediendo, por ende trabajan en conjunto y se transforman en un todo.