Louis, Camille2014-10-102014-10-102014Revista de la Academia, no. 18, 2014. p. 125-14307171846http://bibliotecadigital.academia.cl/xmlui/handle/123456789/2039Para comprender la articulación que Rancière propone entre arte y política he preferido una aprehensión de sus operaciones en tanto que dramaturgo al examen de los textos llamados “clave”. Tomo esto a la vez en relación a mi propia práctica artística, paralela a mi investigación filosófica, como referencia a lo que esta práctica me da a ver del gesto rancièriano que –para “desertar” de esta dramaturgia del fin y del comienzo que “ocupa todo el terreno del arte y de la política”– instala una dramaturgia “de los bordes”. Esta dramaturgia que se mantiene en los bordes de la estética y de la política, hace de este “entre” el lugar mismo desde el cual es posible pensar y sentir heterogéneo. El pensamiento rancièriano, crecientemente sistematizado en torno al quiasmo “estética de la política”–“política de la estética”, puede ser reanudado en el encuentro “dramatúrgico” y no en la idea de representar, yendo así hasta el fondo de lo que hace la potencia política del régimen estético: romper la lógica representativa para experimentar otro plano relacional, otro tipo de relaciones entre lo nombres y los cuerpos, entre los gesto y los enunciados, entre las artes y las políticas (la policial, la de la emancipación, la de su conflicto…).esDRAMATURGIACONFLICTOPOLÍTICATEATROEncontrar a Rancière como dramaturgo. “Entre” arte y política : una estética conflictualArticle