Puga Villarreal, JulianMartinez Cerna, Luis2015-06-222015-06-222006Aspectos, revista del área de estado, economía y gestión. Nº 3, 2006. p. 103-11207182600http://bibliotecadigital.academia.cl/xmlui/handle/123456789/3032En los nuevos escenarios organizacionales, que se constituyen en dinámicos, complicados y volátiles, la formación de recursos humanos altamente calificados constituye una de las mejores opciones para obtener resultados satisfactorios en el largo plazo. A nuestro juicio, esta importancia justifica por sí misma un tratamiento especial al tema de su formación y desarrollo. La relevancia de la capacitación se acentúa en estos tiempos en que los conocimientos quedan atrás aceleradamente y las fortalezas organizacionales han evolucionado desde un enfoque cuantitativo o numérico hacia consideraciones más cualitativas; en este sentido, el conocimiento se ha convertido en uno de los principales activos de las organizaciones. Hoy, ya no se puede sustentar el éxito de larga duración sólo en ventajas materiales; el aprendizaje organizacional en su más amplia significación se constituye en una importante vía hacia la competitividad. De manera particular, la calidad de los administradores de alta dirección se ha posicionado ya como elemento clave del éxito, tanto en la gestión privada como en la pública. Antiguamente, en los entornos relativamente estables era más sencillo conseguir el éxito mediante el diesño de estrategias convenciales y, en consecuencia, no se requería de individuos particularmente sagaces o visionarios para tener éxito; sin embargo, en la sociedad "hiper" competitiva del presente los altos directivos han de poseer capacidades extraordinarios. Las fortalezas intangibles en la forma de conocimientos y capacidades gerenciales de quienes toman las decisiones fundamentales son ingredientes criticos de sobrevivencia y crecimiento, antes que los recursos materiales o de otro tipo. La urgencia de una administración de alta calidad se ha puesto de manifiesto; desempeños gerenciales ordinarios comprometen seriamente el futuro de las organizaciones, ya sean públicas o privadas. Los líderes ejecutivos fuertes en competencias nunca habían sido tan demandados (Werther el al., 1995). Si en otros tiempos el prototipo de administrador era el que sabía mandar o hacerse obedecer sin importar el punto de vista de los empleados, hoy los consensos y la armonía colectiva constituyen la base primaria para la consecución de realizaciones extraordinarias. Los paradigmas sociales referentes a la formación de administradores han venido modificándose con fuerza inusitada; empeñarse en comportamientos inerciales es signo inequivoco de decadencia organizacional y las instituciones públicas no escapan a ello. Hoy, las organizaciones requieren administradores de alta dirección que cuenten con la capacidad para planificar con visión estratégica; que posean conocimientos, competencias y habilidades de liderazgo; habilidades para negocios y manejar situaciones complejas para comunicarse y reconocer las prioridades en función de los intereses de la organización. Este esbozo da cuenta simplemente de los requerimientos básicos que se necesitan en los administradores de alta dirección. A partir de este artículo intentamos realizar una revisión teórica conceptual referida a la formación y desarrollo de los administradores en la alta dirección organizacional; contribuyendo, de esta forma, a la reflexión en torno a la importancia estratégica en este ámbito.esADMINISTRACIÓN PÚBLICACOMPETITIVIDAD LABORALADMINISTRADOR PÚBLICOLa importancia estratégica del desarrollo de administradores en la alta direcciónArticle