(Universidad Academia de Humanismo Cristiano, 2005) Ratzinger, Joseph
El ritmo de la historia se acelera, y vemos sobre todo emerger dos signos de una evolución que antes sólo se afirmaba de manera lenta. Por un lado, se constituye una sociedad mundial donde los poderes singulares -políticos, económicos, culturales- se remiten cada vez más unos a otros, donde sus diversos ámbitos de vida se tocan y se compenetran mutuamente. El otro aspecto es el desarrollo de las posibilidades del hombre, de un poder de hacer y de destruir que plantea, mucho más allá de lo que era nuestra costumbre, la cuestión del control jurídico y ético de este poder.